In the coming weeks before the November election it is important to pause and reflect on the importance of voting. As Catholics we are encouraged to participate in the political realm. Through peaceful participation in the political process we can help build the Kingdom of God. We believe that God created the world and everything in it, but we also believe that He shares with the People of God the responsibility to continue His work of creation. We often think about the Catholic idea of “co creation” in economic terms but it also applies to the spiritual.
We must be concerned about the “common good.” None of us lives our lives for ourselves alone. We are part of the common human family—as Catholics we are part of Christ’s family, the Church. We are indeed the adopted sons and daughters of God, brothers and sisters of Christ. Because we are family we must work for the building up of society for the benefit of all. We cannot live life, or approach the political arena, with an eye only on what benefits us personally.
Decisions should be based on our faith. Catholicism is a religion based on Divine Revelation—God revealing His truth to His people. Yet much of what we believe can be understood through the use of human reason. For example, the truth that the destruction of innocent human life by abortion or euthanasia is intrinsically wrong is “knowable” through the use of human reason. This is not Catholic or Christian truth alone—abortion and euthanasia are always wrong in all cultures and under all circumstances. Our promotion of a truly prolife agenda is criticized by many in society who try to deny what is undeniable in an effort to support their erroneous viewpoint. Our continued clear and bold proclamation of the truth serves to build up our society. When people are exposed to the truth it resonates with them—we want to hear that human life is valuable! Helping people to value and defend human life makes the world a better place.
There are innumerable issues that come into play as we try to make a decision about casting our ballot. All issues are important. We should be concerned about the plight of the poor and oppressed. We must strive to offer basic services to our people. We must ask, is basic healthcare a human right? Pope Francis has enjoined Catholics to advocate for an end to the use of capital punishment in addition to opposing abortion and euthanasia. Our choice in November cannot be made for us—we must investigate, weigh, pray and decide.
Some Catholics ask their pastors, who should I vote for? In response a few internet priests in our nation have made bold and dogmatic statements in an attempt to be prophetic—but this cannot be the way. These “prophetic” statements are often simplistic and even misguided. The place of the Church is not to tell you what to do, but to help form your conscience as you decide what you must do. For that reason the Church does not offer a “voters’ guide” or a list of preferred candidates. Rather Catholics are invited to inform themselves about the issues that matter most. The best source of information concerning responsible citizenship can be found at the website of the United States Conference of Catholic Bishops. Usccb.org Please search this site. Read and reflect as you decide. Bishop Olson has asked his pastors to send people to this website for information. Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario
Reflexión
En las próximas semanas antes de las elecciones de noviembre, es importante hacer una pausa y reflexionar sobre la importancia de votar. Como católicos, se nos anima a participar en el ámbito político. Mediante la participación pacífica en el proceso político podemos ayudar a construir el Reino de Dios. Creemos que Dios creó el mundo y todo lo que hay en él, pero también creemos que comparte con el Pueblo de Dios la responsabilidad de continuar Su obra de creación. A menudo pensamos en la idea católica de "cocreación" en términos económicos, pero también se aplica a lo espiritual.
Debemos preocuparnos por el "bien común". Ninguno de nosotros vive nuestras vidas solo para nosotros mismos. Somos parte de la familia humana en común; como católicos, somos parte de la familia de Cristo, la Iglesia. De hecho, somos los hijos e hijas adoptivos de Dios, hermanos y hermanas de Cristo. Porque somos familia, debemos trabajar por la construcción de la sociedad en beneficio de todos. No podemos vivir la vida, ni acercarnos a la arena política, con miras únicamente en lo que nos beneficia personalmente.
Las decisiones deben basarse en nuestra fe. El catolicismo es una religión basada en la Revelación Divina: Dios revela Su verdad a Su pueblo. Sin embargo, mucho de lo que creemos puede entenderse mediante el uso de la razón humana. Por ejemplo, la verdad de que la destrucción de vidas humanas inocentes mediante el aborto o la eutanasia es propiamente incorrecta es "comprensible" mediante el uso de la razón humana. Esta no es solo una verdad católica o cristiana: el aborto y la eutanasia siempre es algo malo en todas las culturas y en todas las circunstancias. Nuestra promoción de una agenda verdaderamente pro-vida es criticada por muchos en la sociedad que intentan negar lo que es innegable en un esfuerzo por apoyar su punto de vista erróneo. Nuestra continua proclamación clara y audaz de la verdad sirve para fortalecer nuestra sociedad. Cuando las personas están expuestas a la verdad, les resuena: ¡queremos escuchar que la vida humana es valiosa! Ayudar a las personas a valorar y defender la vida humana hace del mundo un lugar mejor.
Hay innumerables cuestiones que entran en juego cuando tratamos de tomar una decisión sobre cómo emitir nuestro voto. Todos los temas son importantes. Deberíamos estar preocupados por la difícil situación de los pobres y oprimidos. Debemos esforzarnos por ofrecer servicios básicos a nuestra gente. Debemos preguntarnos, ¿es la atención médica básica un derecho humano? El Papa Francisco ha ordenado a los católicos abogar por el fin del uso de la pena capital, además de oponerse al aborto y la eutanasia. Nuestra elección en noviembre no se puede hacer por nosotros; debemos investigar, sopesar, orar y decidir.
Algunos católicos preguntan a sus pastores, ¿por quién debo votar? En respuesta, algunos sacerdotes en el internet en nuestra nación han hecho declaraciones audaces y dogmáticas en un intento de ser proféticos, pero este no puede ser el camino. Estas declaraciones "proféticas" son a menudo absurdas e incluso equivocadas. El lugar de la Iglesia no es decirte qué hacer, sino ayudarte a formar tu conciencia mientras decides lo que debes hacer. Por esa razón, la Iglesia no ofrece una "guía de votantes" o una lista de candidatos preferidos. Más bien, se invita a los católicos a informarse sobre los temas más importantes. La mejor fuente de información sobre ciudadanía responsable se puede encontrar en el sitio web Usccb.org Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Busque en este sitio, (el sitio es bilingüe). Lea y reflexione mientras decide. El obispo Olson ha pedido a sus pastores que se envíen a las personas a este sitio web para obtener información.